Escrib una peque a historia sobre una persona que padec a un trastorno, se le escap la raz n, se dej salir con la suya. En mi historia, hay una causa para lo irrazonable. En realidad, la enfermedad, la vejez, el alcoholismo o la drogadicci n conducen a ello. Estoy hablando de demencia. La demencia es una alteraci n de las facultades mentales que elimina toda facultad de apreciaci n, es un deterioro de la raz n, ha despejado el campo. La demencia es locura, alienaci n, delirio, extravagancia o psicosis . Estamos fuera de lo normal. El normal es el buen padre de familia de los abogados. Lo contrario de la locura es la sabidur a, la raz n, la lucidez. Es un thriller er tico con el tel n de fondo de la demencia dentro de un hospital psiqui trico. Es una idea que me parece bastante original. Este es fruto de mi imaginaci n y no de una historia autobiogr fica. Un hombre aparentemente com n y corriente se pone de pie, su cerebro parece imitar a Orangina, no importa, todos somos diferentes. Cada ser tiene su propia personalidad. Admito que ste s lo le pertenece a l. No nos arriesgaremos a luchar para rob rselo. A veces se entusiasma porque baila claqu en los grupos de su computadora. La desventaja es que no sabe bailar, los pasos de baile le molestan, le dan ataques. Su nombre es Ad n, nada extraordinario, otro Ad n y ha recorrido la historia de este mundo sin dejar rastro. Los servicios de emergencia lo recogieron en plena calle, parec a perdido, buscaba insectos en su cabeza, despu s de haber compartido su helado con hormigas. La solidaridad parec a sospechosa, parec an hambrientos. Estaban felices de compartir su comida, l la com a con una cuchara peque a. Los insectos que entran en su cerebro son peri dicos. A menudo los combate con un tenedor o un bastoncillo de algod n. Uno de sus amigos le aconsej que en el dibujo usara unas pinzas para quitar las ara as, l tambi n las golpea, pero entre los dedos de los pies se r e como el diablo, da verg enza en plena calle. El intercambio entre l y el m dico nos permite ver que lo razonable ha abandonado su forma de pensar. Es razonable escribir una historia de sexualidad y amistad en un hospital psiqui trico o es un indicio de un deterioro de mis facultades mentales? A menos que est s bajo la influencia de un aturdidor, el deseo sexual existe en todas partes, aunque este aturdidor no sea deseado, no sea aceptado como alguien que bebe. No es un list n bajo donde el consumidor s lo busca beber hasta perder el conocimiento. Lo sorprendente aqu son las drogas, tr gate las pastillas rojas, blancas y verdes. Es un rompecabezas que pone a dormir la voluntad, las ganas y las ganas. Fred, un demente, vive en este hospital, su esposa llam a emergencias, porque quer a buscar el amor en los ba os. Su mejor amigo se cas con su esposa una vez que estuvo internado. Describe el mundo exterior como un infierno. Se da cuenta de anomal as, pero prefiere recoger hojas para llegar a la luna. Adam se hace amigo de l. Un m dico de aspecto sexy se propone encontrar la causa del trastorno de Adam. Le gusta dominar a los hombres. ste puede ser un motivo de su acci n, a menos que, precisamente, sea el signo de interrogaci n.
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