La felicidad no se puede comprar, innumerables investigaciones y experimentos que se detallan en el libro lo confirman. Alcanzar la felicidad implica una gran cantidad de conceptos que no se pueden mercadear ni mercantilizar. Sin caer en juicios de valor ni inclinaciones pol?ticas es un hecho que nuestro consumo se ha vuelto excesivo y enmascara otras necesidades o carencias que forman parte de nuestros tiempos. Este exceso ya genera graves consecuencias...