Los relatos que Laura Lynn nos presenta en este libro son un grito del pasado, un llanto de los esclavos y trabajadores y una denuncia de las injusticias, de la política y de cómo ha sido burlado el pueblo dominicano.
Hemos perdido la patria, nos dice amargamente, bociferando la historia de una pequeña isla que no es tan diferente a las de otros lugares del mundo.
Las invasiones de grandes dictadores, los sátrapas y el asco podrido de la corrupción. Pero nos hacen creer que somos libres.
En este breve pero intenso compendio de historias, también hacen acto de presencia las religiones y sus contradicciones, así como el uso que se hace de ellas para aprovecharse de los más vulnerables.