Serena era su gran secreto.
Su obsesi n oculta.
La hab a amado incluso antes de conocerla, cuando sus padres le revelaron que aquel beb en camino ser a una ni a. Desde entonces, se prometi a s mismo que la proteger a de todo, incluso de l mismo.
No pod a tocarla. No deb a.
Ten a que salvaguardar la pureza de su alma, mantenerla a salvo del veneno que cargaba en la sangre. Y durante un tiempo crey que lo estaba logrando. Hasta que ella comenz a crecer. Hasta que empez a mirarla como no deb a.
Serena, con esa dulzura retorcida, con esa inocencia que rozaba la perversi n sin saberlo. Diez a os los separaban, pero a ella no parec a importarle.
Y, en el fondo, por qu deber a importarle a l?