A veces la vida..., y por siempre... la vida.
La vida, no siempre nos lleva por los caminos que so amos, sino por los que elegimos. Y a veces nos condena a llegar hasta el umbral de nuestra vejez; donde nos consumimos al enfrentarnos a nuestro pasado, nuestros fantasmas y nuestros recuerdos. Porque nadie puede vencerle el pulso, a la venganza del tiempo.
Hay que tener la valent a y la fuerza de voluntad para arriesgar m s all de los l mites...