Un apellido, una historia, una familia, una sobreviviente, una MUJER REAL. Una mujer real tiene una identidad clara, es genuina y habla de asuntos cotidianos. Tiene d as que siente confusi n, aflicci n y agotamiento, mas eso no la hace menos espiritual ni valiosa. Es una hija de la promesa, tiene Propietario y un destino en Dios. La autora, Kimmey Raschke, expone sin reservas sus diversas experiencias como hija...