Sara era una mu?eca de porcelana.
Bella, joven, blanca como la nieve.
Curvas de infarto, cabello de seda.
Todos los hombres la deseaban.
Pero ella, a sus 21, segu?a virgen.
Ninguno era lo bastante bueno.
Ninguno lo bastante dominante.
Lo bastante Amo para ella.
Su belleza pronto dio sus frutos.
Modelo. Lencer?a y pasarela.
Pero ella solo quer?a una cosa:
Un amo.
Y por fin lo encontr?.
V?ctor. Dise?ador de moda.
Due?o de la empresa.
Inversor. Y su nuevo mecenas.
Y pronto, su compa?ero de juegos.
En su mansi?n privada.
Con su lencer?a. Y su nueva esclava.
Sara, por fin, ser?a feliz.