Las campanadas de la catedral de Santiago de Cuba, la c pula de la Sala Dolores y hasta el muro del malec n habanero son recuerdos imborrables en la memoria de Pablo Virgili Ben tez porque forman parte del escenario donde se desenvuelven los personajes de los cuentos que con lenguaje sencillo y fresco ha escrito. Sabe que el cuento es un g nero literario dif cil, pero asume dignamente el desaf o tratando tem ticas de su tiempo como el temor a la violencia...