Su tez blanca brillaba bajo la luz de la luna, las gotas de lluvia poco a poco nos empapaban m?s y sent?a como la ropa se pegaba a mi piel por la humedad. Vi sus ojos cristalinos y sus labios entreabrirse por el fr?o, no pude evitar sentir mi coraz?n latir pausadamente. La ?ltima vez que hab?amos estado as?, uno frente al otro, las cosas no hab?an salido nada bien. No quer?a que hablara si era para avivar el...