Los que hayan le do con detenimiento cuanto se ha escrito sobre Crist bal Col n, no solo ver n, a un hombre colmado de conocimientos geogr ficos para su poca, un gran cart grafo y un brillante marino. Habr n comprendido que fue sin duda alguna, un ser con una voluntad de acero y una visi n sobre los acontecimientos por venir incre ble. Esa voluntad, lo lleva a enfrentar su cuarto y ltimo viaje al Nuevo Mundo en busca de un camino m s cercano hacia la India y lograr circunvalar el globo terr queo. Ya los portugueses hab an llegado bordeando todo el continente africano. Es innegable que tambi n, tras este objetivo estaba el oro; encontrar tierras donde deb a haber mucho del precioso metal y otras riquezas.
Col n como todos los de su poca buscaba la fortuna en las nuevas tierras descubiertas, sabiendo que Europa, era un continente saqueado por milenios de vida humana y desarrollo sobre los metales y la miner a. Hab a que encontrar capital al costo m s alto --pero encontrarlo, y a l le sobraba valor para hacerlo; a sabiendas de que ya pose a un gran cr dito y prestigio por sus anteriores campa as y grandes descubrimientos-- le costar a muchos momentos dif ciles.