Me asombr siempre, desde que le conoc , ese estarse quieto tan tranquilo y sin esfuerzo en que habitualmente se encontraba. No le pasaba como a la mayor a de las personas; en l no hab a agitaci n corporal que denotara inquietud mental. Las primeras veces me resultaba inc modo el silencio juntos. No mov a las piernas, no se rascaba alg n difuso picor en la cara, no se limpiaba la garganta con fingida carraspera, ni siquiera dec a esas cosas m nimas de ocasi n, como el As es... o Que se le va a hacer... a los que yo estaba acostumbrado en mi ambiente familiar.
Incluso, por lo general, la gente alterna la mirada entre distintos puntos de la habitaci n, una manera de estarse haciendo algo en medio de la nada, como si mediante esa actividad se evidenciara alg n tipo de reflexi n sesuda o interesante. Pero con Esteban nada de esto suced a. Era una presencia intensa pero silente. Su nimo se sent a cordial y su persona emanaba una suave calidez propia de la gente buena. Su talante parec a decir -seg n mi personal traducci n, claro est - Todo es como debe ser ahora y todo ir mejor en el futuro. As surg an gratas conversaciones y afloraban desde mi alma preguntas que ni hab a pensado momentos antes. El mismo estado de calma, hac a posible una lucidez en la que los problemas se aclaraban y mostraban en s mismos la soluci n correcta. Alguna vez lo hab a dicho de ese mismo modo: Toda situaci n tiene escondida la soluci n. Lo que se necesita es mirar con la actitud de quien mira algo que sabe escrito en el idioma de Dios. Los acontecimientos son su revelaci n cotidiana para cada uno. Esto se sabe sin pensar, ese idioma se interpreta con el coraz n. Uno sabe en la intimidad del silencio interior... all el significado de los hechos se nos revela sin forzamiento ni parcialidad. C mo hacer para llegar a ese lugar donde uno ve claramente los significados? Recuerdo que le pregunt con palabras similares y algo impulsivamente. "Uno tiene que estar dispuesto a que Dios lo transforme por completo, si fuera el caso. Uno no puede entablar este di logo hecho de sucesos sin apertura a la metanoia, a dejarse arrasar por la gracia si es lo que se precisa. Si uno quiere conservar sus parcelas de ego smo, se le va a arruinar la quinta". Todav a no dimensiono cuanto me transform mi relaci n con l y aunque ha pasado mucho tiempo ya, su imagen y el recuerdo de su voz me aparece m s vivo que cosas ocurridas hace poco...