NUEVA EDICI N CORREGIDA (Julio 2016) Es La Casa de la Troya (1915) uno de los grandes best-sellers del siglo XX, pues ronda el centenar de ediciones, ha sido traducida a diversos idiomas, llevada con xito al teatro en varias ocasiones y al cine en cinco, y hasta convertida en Zarzuela. Y no es de extra ar porque esta novela cuenta con los ingredientes necesarios para atraer al gran p blico: intriga, tensi n, una historia perfectamente estructurada, unos personajes cabalmente perfilados, un retrato fiel de la Espa a de finales del siglo XIX con aquella sociedad de clases perfectamente diferenciadas, y la espectacular descripci n tanto de una interesante ciudad universitaria de provincias (nada menos que Santiago de Compostela) como de su afamada universidad y su caracter stico ambiente estudiantil.. La Casa de la Troya recoge los t picos propios del ambiente universitario de aquella rancia Espa a. Pero -lo que es m s importante- genera otros nuevos que ser n, precisamente, los m s caracter sticos de las d cadas posteriores a su publicaci n. De modo que no es que la novela se pareciera (que se parec a) a aquella sociedad que retrataba, sino que adem s, lo que no se parec a acab por parecerse. Tan notable fue su influencia en la realidad espa ola de entonces que ni las estudiantinas ni las tunas de mitad del siglo XX hubieran sido como fueron sin esta singular narraci n. Y, por supuesto, en tal contexto, y como hilo conductor, una historia de amor con problemas y enemigos: la del joven madrile o (Gerardo Roquer) al que su padre lo hab a alejado del pernicioso ambiente de la Villa y Corte mand ndolo a Santiago para terminar all sus estudios de leyes, de un lado, y la de la muchacha bien y de buena clase, de provincias (Carmi a Castro Ret n), modelo de belleza, bondad y buenas formas, de otro. Gerardo aterrizar en este ambiente compostelano yendo a parar a la posada de la viuda de un Capit n de Carabineros, conocida como la Casa de la Troya: - D nde para usted este a o? -En la posada de la Troya. - En casa de do a Generosa? Arrenegote demo Usted era el nico que faltaba all . Y es que "viven all los puntos m s traviesos de la Universidad. Verdaderos estudiantes de la tuna, sabes? Todos rapaces de buenas familias, no vayas a creer; pero unos paveros, siempre dispuestos a divertirse y a jug rsela al Sol. Ya ver s. Te hay cada volante ... " Pero no, la casa de la Troya no debe su nombre a do a Generosa, sino a la calle en que estaba y sigue estando ubicada, pues "aqu tenemos una afici n loca a la elipsis, y cuando se trata de nombrar cualquier v a de la ciudad abreviamos usando simplemente su nombre". Gerardo enseguida se prendar , como todos, de la belleza de Carmi a a quien intentar seducir para entretener su transitorio alejamiento del atractivo y depravado ambiente madrile o. Claro, que la muchacha marcar perfectamente las distancias justas para forjar en Gerardo un impetuoso amor que le cambiar de vida y mentalidad y hasta le har apartarse de las juergas estudiantiles. Ser entonces cuando har n su aparici n los otros enemigos de ese amor, los verdaderos enemigos: los malvados Maragotas, que querr n a la muchacha y a su fortuna para su Octavio, empleando para ello todos los ardides necesarios, secuestro de la doncella incluido. Quiz la fuerza narrativa oculta de esta novela estriba, precisamente, en ser un trasunto de historias y personajes reales, pues el propio P rez Lug n era madrile o y estudi leyes en Santiago. Y la misma Carmi a hunde sus ra ces en Carmen Carballeira, antigua novia de Lug n, que se hizo monja y vivi muchos a os en el Convento de la Ense anza. Tanto xito y tanta influencia, tuvieron su reflejo en un sonoro premio de la Real Academia Espa ola. Y es que la novela est impregnada de mucha realidad, demasiada realidad.
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