A los 8 a os su padre le dijo que se despidiera de sus amigos y de su perro; que alg n d a se dar a cuenta de que todo fue por su bien y que las burlas en el colegio nuevo al grito de extranjero no hab an sido para tanto. Con la adolescencia, su cara y su coraz n se revolucionaron por el acn , la ciencia-ficci n, la poes a, los juegos de rol, los colegas, las chicas y esa melanc lica certeza de saber que, mientras viviera bajo su techo,...