A trav s desde los tiempos que los ap stoles de Jesucristo y sus seguidores eran conocidos como disc pulos se han formado grupos de oraci n en d nde contaban sus experiencias, apoyaban a los hu rfanos, a las viudas, compart an el dinero con gente de necesidad, enviaban a evangelizar a distintas ciudades a gente como Bernab y otros. Cuando eran perseguidos con mayor nfasis se reun an en cuevas, valles para orar y gemir por los cautivados,...