P?nico.
Se acerc? a m? como una serpiente que envenena desde adentro. Ah? estaba yo. En el pavimento, completamente retorcida por los f?rmacos, con la boca seca, siendo esclava de los espasmos, sin fuerzas, sin control, sin energ?a, sin mi ?ngel.
Adicta. Eso era. Una m?sera adicta que se revolcaba en la desesperanza.Ten?a que salir de all?, pero no sab?a c?mo. Una estrella agonizante...