Suele decirse de la ancianidad que es un tiempo de naufragio. Para cada individuo el hecho de hacerse mayor, de convertirse en anciano, es una prueba m s a la que le somete la vida y durante la cual, y hasta que deja de existir, todo aquello de lo que ha dado por seguro suele tambalearse. Llegado el momento, el ser humano se adapta, se reinventa, a veces hasta se descubre realmente a s mismo y puede que naufrague, hundido el barco de las expectativas,...