La COLECCI N SALMOS est basada en la gran obra de Charles H. Spurgeon: "El Tesoro de David", un comentario a toda la Biblia «a la luz de los Salmos considerados como una s ntesis de todo el mensaje de la Escritura. Cada texto b blico, del G nesis al Apocalipsis, encuentra en "El Tesoro de David" su correspondiente enlace a un vers culo de los Salmos.
El prop sito de la COLECCI N SALMOS es fomentar la lectura devocional de la Biblia, leyendo los Salmos de una manera distinta: En 4 versiones comparadas (Reina Valera 1960 - Reina Valera 1977 - Nueva Versi n Internacional - La Biblia de las Am ricas; y una versi n po tica en rima) y a su vez, enlazando el texto de cada vers culo del Salmo con otros pasajes de la Escritura.
Cada vers culo viene comentado de forma devocional por el gran predicador Charles H. Spurgeon (autor de "Lecturas Matutinas", "Lecturas Vespertinas", "El libro de cheques del banco de la fe" ); y adem s por centenares de otros grandes expositores de la Palabra a lo largo de la historia. Estos comentarios enlazan cada vers culo del Salmo con otros pasajes de la Escritura mediante citas a pie de p gina. Si el lector busca y lee cada una de estas citas, acabar por leer toda la Biblia: del G nesis al Apocalipsis; a la vez que enriquece su vida espiritual con una comprensi n distinta del mensaje de los Salmos. Una forma diferente de leer la Biblia... A LA LUZ DE LOS SALMOS
Cada Salmo individual se presenta con un t tulo tem tico que refleja el tema principal del mismo con el prop sito de facilitar la elecci n del lector seg n las preferencias o necesidades. Y cada libro individual contiene el TEXTO COMPLETO del comentario al Salmo en la obra matriz de: "El Tesoro de David".
Aunque el Salmo 121 es m s conocido por las palabras del primer vers culo: "Alzar mis ojos a los montes; De d nde vendr mi socorro?" la clave de su mensaje est en los vers culos tres al cinco: "No dejar que tu pie titubee, ni se dormir el que te guarda. He aqu , no se adormecer ni dormir el que guarda a Israel. Jehov es tu guardador, Jehov es tu sombra a tu mano derecha".
Si nuestro Guardi n se adormeciera no resistir amos un instante; le necesitamos tanto de d a como de noche, somos incapaces de dar un solo paso con seguridad si no es bajo su mirada protectora. Esta es, ciertamente, una de las estrofas preferidas en un c ntico de peregrinaje. Dios es la escolta y guardaespaldas de sus santos. Y cuando surgen peligros a nuestro alrededor estamos a salvo, porque nuestro Protector y Preservador est siempre despierto y no permitir que seamos sorprendidos. No hay fatiga o agotamiento posibles que puedan hacer que nuestro Dios caiga en el sue o, sus ojos vigilantes nunca se cierran.
El salmista nos dice que Jehov , asume de gracia el oficio de guardi n y lo cumple en persona. Y lo lleva a t rmino con car cter personal: "Jehov es tu guardador", en favor de una persona especialmente favorecida en concreto: "t ". Somos capaces de hacer nuestra tal aseveraci n divina?
Leer de nuevo el Salmo 121 con esta visi n, a trav s fr los comentarios de C. H. Spurgeon y otros grandes autores cristianos de todos los tiempos nos ayudar a conseguirlo.