Acababa de mudarme a una urbanizaci n tranquila, familiar y silenciosa. O eso cre a, ya que el casero se olvid de comentarme un peque o detalle; Mi vecino es un cretino que se pasa por la piedra a una t a distinta cada noche. Noche s , y noche tambi n. O casi. Los tres primeros d as me hizo gracia que se escuchasen gemidos como si estuviesen rodando una pel cula porno, y que la mesa vibrase como si la NASA estuviese poniendo un puto sat lite en ...