En el principio, cuando Dios Cre la humanidad, ten amos un alma verdaderamente humana. El alma es el contenido de todo nuestro ser. Parece que fue la voluntad de Dios enviar a la humanidad aqu a la tierra, como es descrito en la historia de Adam y Eva. A fin de nosotros poder vivir en este mundo, Dios nos equip con un coraz n y mente, sentidos y varias fuerzas de vida, tales como la material, vegetal, animal y la fuerza humana ordinaria. Estas fuerzas de vida nos capacitaron para relacionarnos con todo lo que requer amos para vivir en este mundo. Tambi n poseemos fuerza de vida m s altas, como la fuerza Rohani o la fuerza de vida verdaderamente humana, la Rachmani, la fuerza de vida de los mensajeros de Dios y la fuerza de vida Rabbani. Junto con estas fuerzas m s altas de vida, Dios tambi n nos equip con el Roh Elofi, conocido tambi n como el esp ritu Santo y con el Roh Kudus, la fuerza de vida de los ngeles. A medida que pas el tiempo, y la humanidad creci , fuimos tentados por las pasiones y deseos de nuestras fuerzas bajas, lo cual caus que cometi ramos errores y pecados contra nosotros mismos, con los dem s y contra la voluntad de Dios. Esto es descrito en la historia de Adam y Eva en el jard n del Ed n. Estos pecados y errores le causaron da o a nuestra verdadera alma humana y con el tiempo nos ocasion la ca da del estado de gracia a una alma m s baja que con la que fuimos creados originalmente. As , que, el resultado es que hemos heredado los pecados y errores cometidos por nuestros padres y nuestros ancestros, junto con nuestros propios errores y pecados, los cuales han sido la causa de que tengamos una alma m s baja, tal como una alma material, vegetal, animal o un alma humana ordinaria. Una vez m s, el alma es el contenido y el controlador de todo nuestro ser. Normalmente, las fuerzas bajas nos ayudan con las pasiones y deseos que necesitamos para vivir en este mundo. Pero, cuando nuestra alma es m s baja que la verdadera alma humana, nos controla completamente y somos forzados a satisfacer las pasiones y deseos de esa alma m s baja. Solamente Dios con su poder, puede cambiar esa situaci n en nosotros. Volviendo a los tiempos pasados, a medida que nuestro estado espiritual fue siendo deteriorado por los pecados y errores que cometimos y heredamos, nos olvidamos de Dios y solamente vivimos por las pasiones y deseos de nuestra alma m s baja. A fin, de ayudarnos, Dios nos ha enviado a sus mensajeros, tales como Abraham, Mois s, Jesucristo, y Muhammad, para recordarnos de que debemos adorar a Dios. Estos profetas y mensajeros de Dios empezaron las diferentes religiones que hoy en d a conocemos. Estas religiones y otras, han predicho que en el futuro, Dios nos enviar a un mensajero o un Imam Madhi para restaurar la paz, armon a, e igualdad para toda la humanidad. El tiempo es ahora y el contacto con el poder de Dios est disponible para todos los que deseen adorar a Dios. Este libro, tiene como objeto profundizar su entendimiento acerca de las realidades espirituales que enfrentamos hoy en d a. Que Dios todopoderoso contin e bendici ndonos y gui ndonos. Am n
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