(Tipo de Obra: Colecci?n de Cuentos)
La noche hace rato que ha llegado, hace rato que ha ba?ado la ciudad con su oscuridad, hace rato que las luces artificiales de las calles han salpicado el mar de negrura con m?ltiples islas de claridad. El sonido de las patrullas, como una m?sica macabra presagia hechos dolosos.
Mientras tanto, yo, cansado de cerrar los ojos, los abro en mitad de mi habitaci?n, y el silencio... s?, el silencio, en una extra?a paradoja, funciona como un amplificador maldito que destruye mis neuronas y mis nervios.