"No dejes de recordar a Jesucristo" (2 Timoteo 2:8) Esta fue la advertencia del ap?stol Pablo al joven Timoteo en el primer siglo de nuestra era. En el coraz?n del ap?stol estaba el persuadir a su hijo espiritual y delegado apost?lico de construir un fuerte cimiento en el conocimiento de Jesucristo para su vida y ministerio. Es que Timoteo corr?a el peligro de desplazar a Jesucristo del centro de su predicaci?n y, al hacerlo, caer as? en...