Un elogio en voz alta de dos de los principales placeres que nos ayudan a sobrellevar nuestro tiempo en la tierra: la m?sica y la comida.
Mercedes Cebri?n decide aprender a tocar el violonchelo a una edad a la que, al parecer, ya es tarde para ser principiante. Emprende as? una curiosa aventura acarreando en la espalda un instrumento poco popular en Espa?a que la lleva desde academias de m?sica y orquestas de aficionados hasta talleres...