Cervantes y la cr tica (1878) es un ensayo filol gico-hist rico. Su autor, Amenodoro Urdaneta quiere ser exhaustivo en lo que respecta a la percepci n del Quijote frente a la cr tica de su tiempo. En especial entre aquellos que se empe aron en restarle m ritos o encontrarle defectos. Ello sirvi de pretexto a Urdaneta para mostrar su admiraci n por la obra y explayarse en sus descripciones anal ticas, filos ficas o morales acerca de ella.
El libro est estructurado en tres partes fundamentales, organizadas por cap tulos. Urdaneta realiza un repaso general sobre la importancia del libro; revisa la caballer a andante y el esp ritu de las Cruzadas con bastante rigor; realiza puntualizaciones pertinentes acerca del lenguaje literario del siglo XVI, e incluso llega a arremeter contra la tradici n rabo-persa, pero tambi n contra Shakespeare y Bocaccio.
Cervantes y la cr tica es un ensayo exhaustivo de la obra cervantina, aunque a veces caiga en opiniones y reflexiones grandilocuentes y exageraciones, que le permiten desplegar sus dotes de cr tico literario y fil logo inteligente.
As nos presenta Amenodoro Urdaneta Cervantes y la cr tica:
Despu s de muchos a os consagrados al estudio del Quijote y al examen de la cr tica en l ensayada, he adquirido la convicci n de poder disipar las sombras extra as que velan todav a la faz de esa inmortal novela, y que la da an, a semejanza de los mal confeccionados afeites que el artificio estampa en el rostro de la beldad.
Ese libro admirable que, poniendo de relieve y caricaturando graciosamente la parte flaca y rid cula de la sociedad, es como el espejo constante de la naturaleza, el cual a nadie exime de pararse a contemplar y de re r al ver reflejado en su tersura alg n rasgo de la fisonom a social, y aun de la suya propia; ese libro que, a su original sima concepci n y gran cordura, une el atractivo de las bellas formas y una alta influencia moral y literaria; ese libro, por ltimo, orgullo de las letras y familiar de las naciones, ha tenido tambi n su desventura ( que ella es inherente a la condici n de las cosas humanas ); y esta desventura consiste en ver a errados o ilusos escritores contestarle o desfigurar muchas partes de su incontestable m rito, como se ver en la obra que intento publicar, mediante la protecci n y benevolencia de la culta sociedad venezolana.