Las tinieblas no son un espacio vac o. Si te adentras en ellas escuchas los susurros de entidades sobrenaturales y diab licas. Si abres los ojos a la noche puedes ver seres que se mueven a tientas, pero no est n perdidos. Sus ojos te vigilan, sus lenguas est n vidas de cuerpos y almas. Siempre han existido, ellas, las mal ficas, las grandes hechiceras, aquellas que no temen hablar con el Pr ncipe de la Oscuridad. A lo largo de los siglos, las han...