Algunas cosas no suceder n hasta que abras tu boca. Tu voz tiene el poder de traer el cielo a la tierra. Dios ha dado a los creyentes la capacidad de hablar como l habl , haciendo que las cosas que no eran, sean. La voz del creyente arranca, desarraiga, derriba, destruye, construye y planta (Jerem as 1:10). Cuando hablamos de acuerdo al Esp ritu de Dios, nuestras voces traen el cielo a la tierra. Cuando abrimos nuestras bocas, el cielo...