Augusto Cury asegura que nunca ha habido tantos prisioneros en las sociedades libres como ahora. En efecto: los celos nos someten a una pesada condena emocional que cargamos continuamente, y afectan a hombres y mujeres de todos mbitos, profesiones y clases sociales. Quien dice amar al otro pero intenta cambiarlo y controlarlo, vive en un estado de desamor propio, frustraci n e insatisfacci n que no se llenar nunca. Por eso no basta con amar s lo...