En el pensamiento teol gico de Monse or Romero no se utiliza la teolog a como un subterfugio para justificar el dolor del Pueblo. Este acto de reconocimiento del valor del dolor no es un intento por tranquilizar las conciencias. El mensaje no es que hay que resignarse al dolor ya que es impuesto por Dios, sino que se configura dicho mensaje en el reconocimiento de la justicia como referente de la identidad del pueblo de Dios.