Mis pies descalzos empiezan a sentir la humedad de aquel l?quido desconocido que se esparce en el suelo. No veo nada, ni siquiera una pisca de luz, solo escucho cada golpe, siento cada salpicadura en mis pies. C?mo no me han notado? O yo soy lo suficientemente inteligente...
El olor es repugnante pero me aferro a mi mano derecha que cubre con mucha presi?n mi nariz, inclusive mi boca para no emitir sonido que me haga ser detectada.