La educaci n tradicional se ha centrado desde siempre en los aspectos intelectuales, mientras las emociones han quedado relegadas incluso a un lugar marginal, se aladas como asuntos vinculados a personas d biles e inmaduras o -en el peor y m s machista de los casos- al mbito de "lo femenino". El concepto de inteligencia emocional, que gan trascendencia en los a os ochenta, aunque ya se mencionara en d cadas anteriores, vino a trastocar esas ideas...